"Nos une el espanto". 10 años de Diciembra

Kristel Latecki

3Pecados, el trío conformado por Pau, Diego Martínez y Pablo Torres, fue la punta de lanza del movimiento independiente que se congregó bajo Esquizodelia, el colectivo y red de sellos independientes que trabajó desde los confines de la música uruguaya para ofrecer discos desafiantes, experimentales y “deformes”.

Entre discos de descarga libre y festivales autogestionados, crearon una nueva corriente musical, demasiado diversa para ser definida de otra manera que no fuese “indie”, pero que iría a influenciar mucho de lo mejor que escuchamos hoy.

Entre esos trabajos se encuentra el fundamental «Diciembra». Editado en setiembre de 2011, fue un disco explosivo en su composición pero meticuloso en su producción. Con letras que canalizaban depresiones y ansiedades a través de la liberación catártica o el humor absurdo, y una música que acompañaba los vaivenes emocionales, consiguieron una obra única, que conectó de manera profunda y duradera con un público que atomizado en sus computadoras encontró a sus semejantes en el pogo.

«Diciembra» definió e hizo trascender a la banda; los hizo crecer no solo como grupo sino como músicos; e invitó a más gente a unirse a esta comunión. Pero además, y fundamentalmente, fue su último trabajo.

Luego de un largo período donde apenas estuvo disponible digitalmente, volvió ahora al formato físico con una edición en vinilo realizada junto a Little Butterfly Records, que celebra los 10 años de este disco de culto y lo regresa al presente justo a tiempo para musicalizar el bajón de fin de año.

Pau: 3Pecados duró seis años, y la mitad de la vida de la banda nos llevó «Diciembra». En esos últimos años tocamos un montón. Fue la formación más sólida. Llegamos a viajar a Argentina, a otros departamentos del país. Como buenos cachorros estábamos afilando las garritas. No sabiendo mucho interactuar con el otro. Nos re peleábamos, nos amigábamos.
Eran noches alocadas. Siempre terminábamos tirando las cosas. Yo siempre digo en joda que 3Pecados nunca rompió nada, sino que desordena. (Risas)

Pablo: La verdad es que nosotros tocábamos para el loro siempre. Después cuando salió el disco empezó a cambiar el público, a ir otra gente. La gente cantaba las canciones.
En el toque en Festipulenta (Argentina) no lo podía creer. Pau dejaba de cantar y la gente cantaba arriba. Verlo a él que antes tocaba de espaldas y ahora largarse a hacer eso… pensaba: “Bueno, ahora ya está. Nos comemos todo”. Fue rarísimo, pero cambió totalmente. 

Ezequiel Rivero, músico y productor miembro de Amelia, Carmen Sandiego y La Hermana Menor, supo ser el “sonidista oficial” de la banda durante este período. “Lo digo comillas, porque mi experiencia con ese trabajo era casi nula, y eran una banda muy difícil de trabajar en vivo”, afirma.  

Ezequiel Rivero: En vivo siempre fueron muy muy buenos, súper intensos, también muy desprolijos. Consideraría que entre la primera etapa de 3Pecados sumamente punk y desprolija, y la orfebreria casi de rock progresivo de Alucinaciones en Familia, la época de «Diciembra» fue un punto intermedio genial. 
Hice el sonido del show que quedó plasmado aquí, que sería el último lanzamiento de 3Pecados. Suena bastante mal, lo cual demuestra mis dudosos habilidades técnicas en el área. El show fue brutal, y lo cerraron con esa versión bestial de Inútil es en Español que duró 20 minutos.

Pau: Fue re linda parte de la juventud. Uno siempre la termina sobrevalorándola a medida que va pasando el tiempo, pero fue re linda época. Y fuimos muy amigos. Aparte de tocar salíamos juntos a ver a otras bandas. Se armó un lindo circuito ahí entre amigos y conocidos que estuvo de fiesta. En época de crisis que también te sirve. Viste cómo es, la gente se une más en las crisis que en época de estabilidad. Nos une más el espanto. (Risas) 
Ese cóctel también abrigó un poco lo que éramos nosotros como 3Pecados o mismo con Esquizodelia en ese momento. Y el disco fue la frutillita de la torta de toda esa época, pero es la punta del iceberg de todo lo que vivimos. Salado.

Fotos: Fernando Javier Blanco Esmoris

La intensidad que tenía 3Pecados sobre el escenario era apenas una muestra de la vida interna de la banda. Peleas, separaciones y reconciliaciones se fueron sucediendo hasta su ruptura oficial en 2013, un tiempo después de editado el disco que marcaría no solo su carrera, sino al rock uruguayo independiente. Meses después Diego falleció de un raro tipo de cáncer. Pau y Pablo continuarían hacia lo que ahora es Alucinaciones en Familia.

Diego se unió a 3Pecados luego de la salida de Pablo –“Antes que saliera el «Liu» yo me fui. Ni vi la salida del disco”, dice el baterista–; y cuando regresó a pedido de ambos se encontró ya con una incipiente Diciembra. El resto de las canciones que habían compuesto a dúo las eliminaron para empezar a componer ahora de a tres. 

Pau: Nos juntábamos y salían canciones y canciones. Cada vez que traía un pedacito, entre los tres ya lográbamos un entendimiento aceitado para terminarla y que nos gustara. Era un entusiasmo genuino, porque realmente nos estaba re copando.

Pablo: Colección Social salió una vez que Pau en un ensayo dice: “voy al baño, hagan algo”. Empezó Diego “tin tin tintin…”, y yo seguí con la bata. Arriba Pau hizo la letra y quedó. Fue eso. Parecía que cagábamos las canciones. 

Con la idea de salir de la ciudad y crear un disco “en el medio del campo”, se fueron a grabar las primeras capas de «Diciembra» a San Carlos, en una casa de un tío de Pau. Para producirlo convocaron a Juan Branaa, amigo e ingeniero que ya los había ayudado en su primer disco, «Pesadillas para Niños y Travestis Dadaístas» (2007). A sus estudios y su afición “nerd” se sumaba su experiencia en estudio móvil tras grabar a Psiconautas, la banda de Hiram Miranda que continúa de cierta manera a través de Uoh!. 

Juan Branaa: Recuerdo que nos fuimos para ahí sin tener las canciones 100% cerradas, sino teniendo una idea medio gruesa de lo que eran las estructuras y las partes. Lo que había era una base sólida, pero ya estaba de más. Estaba todo ahí. 

Pau: Fueron unos días hermosos, parecía joda. Había gansos, caballos. Siempre digo en joda que era totalmente en contraste a lo que éramos nosotros en Montevideo. Era todo más tóxico, más noche, oscuro, turbio. A partir de esa experiencia nos unimos más los cuatro. 3Pecados éramos nosotros tres, pero Juan era uno más. Su opinión siempre tenía peso también.  

Fotos: Juan Branaa

Lo que siguió a esos tres o cuatro días fue una larga postproducción que significó sumar capas, restar elementos y experimentar con técnicas de Juan, como la limpieza de frecuencias y la automatización (“Los elementos en vez de entrar y salir como arreglos duros y marcados, van entrando y saliendo lentamente. Entonces, no es que aparecen y desaparecen, sino más bien que se acercan y se alejan”, explica Juan). En ese proceso hubo canciones que fueron quedando en el camino. 

Una de las partes más difíciles de este trabajo –además de solucionar grabaciones sin metrónomo, o esas cosas “chacales”–, era capturar de la mejor manera posible y con las herramientas disponibles, a una banda que en vivo explotaba de intensidad. El rol de Juan aquí fue pulir sus partes más agresivas y redondear el sonido.

Juan: Hay dos escuelas: una es levantar, comprimir, empujar las cosas hacia ese límite donde empiecen a aparecer cosas interesantes. Y la otra es empezar a sacar todos los ruidos y dejar que el mundo brille. Yo soy de esa escuela. 
Voy a grabar y después voy a sacar todo lo que me parezca ruidoso para la música, para el arte. Un acople puede ser musical, y no te lo voy a sacar. Voy a sacar alguna cosita para que se amalgame más. Capaz que ese disco fue el primero que venía con ese ímpetu, esa data, y esa forma de hacer las cosas. Capaz que fue el que recibió más cariño, o más tiempo de cariño.

Las dos canciones más catárticas, Nacimiento de una Iglesia III e Inútil es en Español, fueron de las más trabajadas. Especialmente la última, que en los shows en vivo aparecía al final del set y a pedido de Juan cierra el disco. “No podía estar en otro lugar”, dice Pau.

Juan: Ese tema tenía algo especial. Entonces, lo trabajamos y trabajamos para que quede el viaje que es. Es muy dinámico, tiene muchas partes y está arreglado de manera muy especial. Para mí es el tema más elaborado de todo el disco. Y salió impecable el final, súper catártico.
Recuerdo que hasta la última semana antes del master seguíamos probando cosas gruesas. Seguíamos yendo para atrás y para adelante. Pero a diferencia de los otros temas, este se mantuvo siempre positivo. A todos nos gustaba. Le dimos hasta el último día y quedó.

Inútil es en Español es la única canción que tiene una coautoría por fuera del cuarteto. La actriz y escritora Leonor Courtoisie, amiga también del grupo, ayudó a Pau en la realización de la letra. Y sin planearlo, terminaron creando un tema que termina siendo una profecía de lo que sucedería años después.

Leonor Courtoisie: No tengo ni idea cuándo escuché el resultado final, porque la música ya estaba. Había que hacer encajar la letra. Esa letra tiene una forma lúdica de pensar palabras, aliteraciones más que nada. 
Yo siempre estaba escribiendo, en ese momento poesía más que nada. Solo me acuerdo que Pau estaba escribiendo y estaba trancado. Le dije: “es muy fácil”, y le cambié unas palabras o escribí una parte, pero no pensé que fuera una canción para un disco. Y soy bastante peleadora, entonces fue más bien un: “mirá qué simple se resuelve”, para pelear. Seguro Pau lo recuerda distinto. 

Pau: Yo sabía más o menos en mi cabeza que tenía la intencionalidad de que fuera sobre el fin de la banda. Esas cosas que no sé por qué se dispararon en ese momento. 
Leonor me ayudó un montón. Le preguntaba sobre una palabra y me sugería otra. Aparte la re admiro como escritora. Para mí esa fue una de esas perlitas no tan visibilizadas: tener una canción con letra de ella también. Está de más.

Fotos: Diego Martinez y Teresa Almada

La postproducción también abrió las puertas para que otros músicos participaran de las tantas capas que conforman «Diciembra». En los coros de Colección Social y Funeral de la Planta participan varios amigxs, como Pixy Hernández y Gonzalo Tagliaferro que también hizo el arte de tapa, pero también cantantes como Camila Sapin y María Paz. Sin embargo, allí el destaque se lo lleva Tüssi Dematteis, que aparece en Funeral de la Planta con solemnidad y aplomo. “Para mí con su participación en la canción, simbólicamente el Tüssi les pasa la posta a estos chicos más jóvenes”, afirma Patricia Turnes, escritora, música y fan de la banda.  

Pau: Fue muy cómica esa invitación. Porque siempre que llegaba esa parte yo hacía en joda la imitación de él. Era un chiste, y en un momento dijimos: "Bo, está bueno, ¿porque no lo invitamos posta?". (Risas)

Tüssi: Pau me invitó después de que hicimos un show juntos en Espacio Guambia, en el que habían estado particularmente impresionantes. Me dijo que tenía una parte de un tema que quería que yo cantara y le dije que sí, por supuesto. Después me mandó una grabación con una versión muy rudimentaria en la que estaba sólo la parte que quería que yo hiciera, y que él cantaba imitándome. De hecho, lo hacía tan bien que perfectamente podría haber grabado él mi parte. Mi presencia es más que nada testimonial.

Pau: Cuando lo escuchamos obviamente piramos colores. Nos encantó porque admiramos al Tüssi, siempre fue una influencia La Hermana Menor y su música. Fue la perlita del disco tenerlo ahí. Fue una alegría enorme.

Además, otro vuelo “orquestal” en Diciembra y La Energía de las Arañas fue dado por la viola de Gustavo Monsalvo, miembro de El Mató a un Policía Motorizado y con quienes tocaron en varias ocasiones en Montevideo, Buenos Aires y Córdoba. “Fue alta colaboración esa”, afirma Pablo.

Gustavo Monsalvo: Cuando tocó Pixies en Montevideo le comenté a Pau que tenía pensado ir a verlos y me preguntó si no quería llevar la viola para grabar en unas canciones que estaba grabando con 3Pecados. Calculo que mi participación se dio por una búsqueda tímbrica de cuerdas para esas canciones y porque en ese momento ya habíamos entablado una amistad con ellos. El por qué se dio específicamente en esas canciones no lo sé, sí recuerdo que Pau me recomendó el disco Knock knock de Smog que tiene unas hermosas cuerdas.
El hecho de haber viajado a Montevideo junto a gente que aprecio para ver a Pixies –una de mis bandas favoritas–, y participar en «Diciembra» a la distancia toma una relevancia importante.

Porque no se les ocurría un nombre mejor, el disco terminó llamándose «Diciembra», término pensado originalmente como una fusión entre “diciembre y “hembra”. Fue después, con el arte terminado, que hicieron la asociación con la “siembra”. 

Pau: Fue una locura eso. Nunca fue un entendimiento consciente al menos, en un primer plano. Se dio por accidente. Y por suerte, porque al final terminó redondeando todo. Son esas cosas mágicas que pasan, que se adelantan al entendimiento de uno. 

El famoso repollo fue primero una fotografía de su amiga Romina Borreani, que luego fue transformado en un dibujo por Gonzalo Tagliaferro, y finalizado en Photoshop por Pau, que agregó la mano que está a punto de meterse dentro de la verdura. A este collage se suma una imagen del espacio de la NASA para darle la estética psicodélica, y en el CD, una impresión de hojas sacadas del jardín de Pau. Todo este trabajo fue pensado para ilustrar su primer CD original.

El responsable de esto fue Nicolás Castro, fundador de la agencia argentina Elvis Attack, que escuchó a 3Pecados por primera vez gracias a un link de Rapidshare que encontró en su Fotolog. De verlos en vivo y encontrarse en toques pasó de ser fan a amigo.

Nicolás Castro: Pau siempre me mandaba o contaba sus planes, y un día me dijo que estaban grabando un nuevo álbum. Ya en esa época con Alejo Lagomarsino estábamos armando la agencia, y se me ocurrió decirle a Pau: "cuando esté listo lo queremos editar en Argentina, pero si es como Dios Salve a la Muerte, no". Nos reímos y Pau aclaró que estaba grabando algo más pop. Era «Diciembra».

Pau: Estábamos re contentos. Me acuerdo del detalle que decía “Diciembra” el CD escrito. Re cosa de nerd, de melómano. También estábamos emocionados porque lo habíamos mandado a la misma fábrica que hacían los de los Redondos. (Risas)

Pablo: Es lo que está pasando con el vinilo ahora también. Se abre en dos, adentro está la nebulosa y el vinilo es verde. Y eso es un capricho, nos va a volver locos. Adentro decidimos poner una foto para que esté Diego ahí.

Fotos: Juan Branaa

El anuncio de la llegada del vinilo fue sin dudas una gran noticia. No solo porque su CD es casi un objeto coleccionable, sino porque –por ahora– solo puede escucharse en YouTube y Bandcamp. Esto hace que «Diciembra» sea un poco inaccesible al público general en la era del absolutismo de Spotify. Y tal vez, podríamos argumentar que sea una de las tantas razones por las que este disco sea de culto. 

Pau: «Diciembra» es algo que lo sostiene la gente. Posta. Si bien ahora va a salir la edición, no es que nosotros año tras año hacemos cosas para que se sostenga. Al contrario, somos muy vagos. (Risas)

Pablo: También los pibes de Alucinaciones nos dicen de tocar Diciembra todos juntos. O termina un Plaza Mateo, tocamos los dos discos que son increíbles y te grita uno “¡toquen Diciembra!”. Y es una locura.

Pau: También fue un proceso nuestro. De a poquito reencontrarnos y resignificar esos temas, y también para nosotros es un viaje. Por todo esto, y porque seguimos estando en el presente, seguimos creando cosas permanentemente. Volver a esas canciones, a ese espíritu, a ese coloque....

Pablo: No fue la búsqueda de las canciones perfectas para hacer una obra maravillosa. No, quedó así y todavía no se entiende por qué le llegó así a la gente. Te dicen que les emociona y les cambió la vida. Y ni idea. Me encanta, pero no sé por qué pasó.

Esa es la gran razón por la que que este disco carga con tanta estima y ha atravesado el tiempo de forma tan especial. Su intensidad emocional es el reflejo de un sentir generacional deprimido, ansioso y frustrado. Las sensaciones más negativas están acompañadas por una belleza sonoras única. Y la catarsis que ofrece puede ser tanto sutil como insoportable. 

Eso puede observarse especialmente en Diciembra. El relato de un fin de año deprimente, alejado de amigxs y sintiendo emociones, son líneas que identifican y conectan con las sensibilidades de muchxs. Con el grito de “¡amiga buen fin de año!” hace que todo el disco termine identificándose con el espíritu del mes de diciembre.

Pau: Representa quizás un poco el espíritu que hay en diciembre: lo reflexivo, la profundización de lo que hiciste y no hiciste; lo que te falta, lo que te llena. El disco tiene mucho de eso. Son letras muy desgarradoras por momentos, muy intimistas, muy sentidas. Entonces, se suma a ese cóctel, a esa predisposición del mes a estar más vulnerable. Sumado a la música, hacen un combo fatal. 

Pablo: Como que te pega como el orto. El otro día una amiga recibió un mensaje de un amigo que decía: "Bo, estoy hecho verga. Escuché «Diciembra»". (Risas)
A mí también me pega, pero por todo. Pero entiendo que a la gente le pegue así, porque están buenísimas las letras. Es raro decirlo, pero sí.

Patricia Turnes: El disco me sigue pareciendo actual, me identifica: habla de la amistad, de la soledad, de dolor, de drogas, de enfermedad mental, del amor y hasta creo que del poliamor.
Para mí Diciembra es un himno generacional, un hit. Me lleva directo a cierto disgusto que muchos de nosotros sufrimos durante la época de las fiestas y cómo muchas veces nos entendemos mejor con nuestros amigos que con nuestras familias. Hay una especie de comunión entre esos tres amigos tristes sentados en un sillón esperando que llegue el primer amanecer del año. Y esa frase magistral y nihilista: “Año nuevo, y todo sigue tan viejo...” que sin embargo contrasta con la esperanza que subyace a la evocación de alguien querido pero ausente y el desearle buen fin de año a esa persona. 

Juan Branaa: En diciembre lo pongo. Canto, bailo, recuerdo muchos momentos. Hubo momentos re lindos y hubo desencuentros, de todo tipo y en todas direcciones. Pero pasó tanta agua abajo del puente que me pongo contento, ya no importa tanto ahora. Todo lo negativo se rompió y ahora quedan los lindos recuerdos. 

Ezequiel Rivero: No solamente marca un episodio importante en mi vida, sino que me recuerda un montón a Diego. Esa época quizás fue una época medio dorada del Indie en Montevideo y no lo sabíamos.
El año pasado o el anterior lo volví a escuchar. Me parece que envejeció muy muy bien. Seguramente porque no tiene ningún vicio ni ningún cliché de “sonido de moda” ni nada similar de su época. 

Gustavo Monsalvo: La edición en CD que tengo de «Diciembra» forma parte de los discos que más atesoro. Cuando vivía en La Plata junto a un amigo, estaba entre los discos que teníamos en la cocina donde estaba el reproductor y sonaba seguido. En mi última mudanza lo guardé junto a mis otros CDs y quedó en casa de mis padres, desde entonces no lo escucho. No veo la hora de tener en mis manos la edición en vinilo.

Tüssi: En cierta forma fue solamente una etapa en el trabajo musical de Pau y Pablo, pero al mismo tiempo es como una unidad, un momento, único y muy impactante. Yo creo que, tal vez junto al «Joven Edad» de Carmen Sandiego (pero más contundente y redondo), es el disco definitivo de una generación que sigue muy activa y creativa, pero moviéndose en una especie de carril paralelo de la atención de la cultura uruguaya. En el momento de «Diciembra» daba la impresión de que iban a hacer el relevo de una corriente que va El Kinto a Fernando Cabrera a Buenos Muchachos, que es como la espina dorsal de la música montevideana aunque nunca sea su cara más visible. Y tal vez lo fueron.  

Hace 10 años en la última edición de la revista Freeway, 3Pecados fue la tapa y la nota central. Entonces su director, el periodista Gabriel Peveroni, afirmaba que «Diciembra» era "uno de los mejores discos de los últimos años en la música uruguaya". Hoy sigue pensando lo mismo. 

Gabriel Peveroni: Es de esos discos que siguen sonando en presente. La diferencia ahora es que cada vez que lo escucho es más luminoso. Tal vez al principio, en el momento en que lo lanzaron, sonaba más denso, más oscuro, pero eso tal vez obedecía al contexto de rock popular que reinaba y era hegemónico. 

Hay que entender algo en todo esto: cuando salió «Mateo solo Bien se Lame» de Mateo o «El Viento en la Cara» de Cabrera tampoco fueron éxitos ni mucho menos. Hay grandes discos que necesitan que el tiempo los procese, que encuentre oídos más abiertos para ser disfrutados como se debe. Es como cuando veíamos los primeros shows de Ernesto Tábarez o de Franny Glass. No importa que muchos no se den cuenta, a la larga esos músicos encuentran reconocimiento porque son geniales y les sobra talento. 

Hace un tiempo, cuando terminó la década, me consultaron sobre cuál era el disco de la década y no dudé: allí estaba «Diciembra», por su calidad de obra mayor y por la necesidad de que siguiera –como lo ha hecho en estos años– sumando de a poco nuevos fans hasta convertirse en algo más que un disco de culto. 


En una encuesta realizada el año pasado por El País, «Diciembra» se ubicó en los 50 mejores discos de la historia uruguaya. Fue el único representante de la generación de libre distribución y autogestión, esto es decir, el único independiente y el único editado después de 2010. 

Pablo: A nosotros nos vuelve locos. No se puede creer mucho en realidad, que esté en los 50 mejores discos de la historia de música uruguaya. Es una locura. Y para nosotros eso es para contarle a mi padre: “Bo viejo, el disco que hicimos con unos amigos está ahí. Ya está”. 

Pau: Es muy loco. Y aparte, es como un sueño cumplido por lo menos a tono personal. Yo siempre desee o soñé con el hecho de poder hacer un disco o una música que ayudara a la gente o de alguna manera prevalezca. A veces me pasa que pienso: “¿Hasta cuánto va a durar «Diciembra»?”. Son esas cosas que uno no las puede controlar.

Pablo: Obviamente es una posibilidad que pase, pero es un disco que quedó ahí, que va a estar ahí siempre. Que salga en vinilo es como cuando te encontrás un disco del Darno en la feria. Algo así creo que va a pasar con ese disco.
Para mí lo que está buenísimo es que hay gente que no tiene ni idea que existía 3Pecados. O que yo tocaba con Pau hace 15 años. Y eso está buenísimo. No tienen por qué saberlo, porque nosotros no se lo vamos a decir. 

Pau: Les abrimos esta puertita y manéjense. Nosotros cualquier cosa nos vemos.