Knak se puso un nuevo objetivo en "Positivo"

Kristel Latecki

Por la calle Zabala se lee un graffiti: “Suave de Knak no es una canción, es un sentimiento”. El respaldo del asiento de un bondi interdepartamental canta un “me inspirás como a Picasso”. En un pupitre blanco ahora se lee “#positivo”. Y en las pasadas elecciones departamentales, una chica ejerció su voto con una estampita del trapero en el cuerpo de Jesús. 

En marzo, unos meses después de que Knak y Zeballos fueran los dos únicos uruguayos en el Buenos Aires Trap, se estrenó Orientales, un documental que retrató este mojón que ambos artistas conquistaron, la enorme repercusión popular que gestaron y pintó un retrato de una escena que en pocos años logró mucho. 

Porque desde que comenzó en esta carrera, Knak se puso el objetivo de poner a Uruguay en el mapa mundial del trap. Y ya siente que es una misión cumplida. “Como que ya está, la atención la tenemos. Lo que había que demostrar, se demostró”, dice. “En un momento la búsqueda era hacer crecer la cultura, y ahora están pasando cosas re zarpadas”. Menciona los logros de Zeballos, a Davus, a los Tussiwarriors. “Siento que nuestro granito de arena lo aportamos. Ahora tenemos que enfocarnos en hacer cosas cada vez mejores. Más profesionales también, y expandir el público. Que una persona de 40, 50 años escuche un tema de los pibes y diga: ‘¡Fah! ¡Qué bueno que está esto!’”.

Ahora la meta es esa. Y los movimientos ya los está haciendo. Hace unas semanas editó Vida Lujosa, un single y video que mapea sus siguientes pasos: alejarse un poco del trap, aportar una paleta musical más variada (en ese sentido un poco más pop), y dar un mensaje que lo represente en su totalidad.

Vida Lujosa, lejos de ser un fronteo es un ejercicio en reconocimiento y un agradecimiento por las cosas simples e importantes. Eso continúa en Kalma, un segundo corte que cimienta esta nueva búsqueda y tal vez sea el que tienda el puente con nuevos públicos, gracias a un bien colocado sample de La Edad del Cielo de Jorge Drexler.

Ese optimismo que empezó a aparecer en sus posteos en forma del #positivo, se transformó en una filosofía de vida. Y terminó siendo el concepto de su próximo disco. Bajo el título Positivo, Knak promete mostrar su lado más vulnerable, con palabras pensadas para ayudarse a sí mismo, pero que sin dudas encontrarán eco en su gente.

A días de realizar su primer show del año en Montevideo, el domingo 18 en Plaza Mateo, Knak profundiza sobre esta nueva etapa, definida por la vulnerabilidad y una decisiva intención de definirse no tanto como trapero, sino artista.

Se viene Positivo. ¿Es un disco que también es una filosofía de vida?
Venía jodiendo con eso hace mucho tiempo, y la gente lo empezó a adoptar. Y pensando qué carajo hacer este año, se me cayó la idea de “#positivo” y desarrollamos todo en base a eso, a estar positivo ante distintas circunstancias de la vida. Ponele, estás triste un día y sale todo mal. Bueno, es como un cubo Rubik: vos tenés que hacer ciertas vueltas para lograr encajar las piezas y formar el cubo. Y si te sale algo mal, o hiciste un mal movimiento, seguí intentándolo hasta rescatar algo positivo. O al menos llenar una cara. Eso fuimos desarrollando con los pibes, y Vida Lujosa es la puntita de todo eso.

Siento que algo similar fue pasando con Orgániko, que fuiste tirando el nombre y algunas pistas en posteos.
Orgániko es muy parecido a Positivo, en cuanto al aura del álbum. Su proceso de creación lo identifico mucho al de Positivo, porque son circunstancias parecidas pero distintas. Y Kápsula... Me encanta el álbum, me parece que está bueno, pero no siento que sea lo mejor que haya sacado ni lo que voy a sacar. Siento que Orgániko como concepto es mucho más fuerte que Kápsula. Pero Positivo como concepto es mucho más fuerte que Orgániko. Kápsula fue un álbum de transición para llegar a Positivo

¿Y de qué querías hablar en este disco? 
Positivo —y Vida Lujosa también—, es un álbum re personal. Una vez que terminamos de escribir Vida Lujosa, fue... “pah. Te estás hablando a vos mismo, de un lado súper íntimo". Y siento que nunca lo había hecho. En el resto de los álbumes sí tenía temas muy personales, pero trataba de buscarle el lado comercial. Y acá no, dejé decir lo que quise. Es un consejo tras otro para mí. Y creo que también la gente se puede sentir identificada. 

¿Y en qué sentido sentís que le estabas poniendo mucha pata comercial?
En los tiempos. Que se te exige estar presente todo el tiempo. Yo me decía: "tengo que sacar un tema por mes. Tengo que sacar dos álbumes al año. Tengo que estar". Sigo pensando un poco así, porque tenés que estar en todos lados y tenés que mostrarte. Es parte del ahora. Pero siento que también no podés exigir la creatividad.

Claro. Pero venís sacando un disco por año, o dos.
Sí, por eso. Es un montón. Pero este álbum me lo tomé distinto. En el proceso como que ni siquiera me estresé. Con los otros me re estresaba y la re pasaba mal. Y en este está fluyendo todo re bien y encajando todo. Sin apuro.

Como primer adelanto de esta nueva etapa sacaste Vida Lujosa. Hay acting en el video…
Hay un acting, que también es otro paso que quiero dar a futuro.

¿Te ves actuando?
Sí, me re veo actuando en alguna serie. Me re gusta. Soy re tímido, pero una vez que me pongo a actuar me desinhibo. Siempre me pasó, re de chico. Antes del video de Vida Lujosa, mismo sabiendo todo lo que tenía que hacer, estaba re nervioso. Pero una vez que se prendió la cámara, no tuve ningún tipo de vergüenza. Y hay una banda de acting en el video, quería también demostrar eso. Al principio, cuando estoy en el backstage, me estoy aconsejando y me estoy preguntando también qué soy. En otro momento, paso a ser parte del público, sin cadenas y sin grills, y ahí me miro más desde el lado de Juan Pablo, del lado "yo". 

¿Es la dualidad Knak/Juan Pablo?
La doble cara de la moneda. Hay una dualidad muy grande y a la vez no. Porque lo que escribo, lo escribo como Juan Pablo. Pero siento que con Knak se armó un personaje, que está bien. Soy mucho más inseguro, más metido pa’ adentro. Y el video cuenta eso, pero también queríamos trollear un poco a la gente. En la portada estoy con los grills, dice “Vida Lujosa” y vas a pensar: “¿Qué onda, Knak?”. Pero después la escuchás y es un libro de autoayuda. Todo lo opuesto.

Pasemos a la parte musical de Vida Lujosa. ¿Hay un poco de búsqueda musical cancionera?
Bueno, el tema surgió de acordes de piano, que eso ya es una locura. Y el estribillo no tiene drums. Hoy en día hacer un estribillo sin drums es jugado, porque la gente está buscando la explosión. Y la tiene, pero de otra manera, con más vocal. Entonces, hay una búsqueda de cambiar la estructura de la creación. Que también es una cosa que me sentí un poco estancado en un momento. Como que me había aburrido de lo mismo, del trap.

Eso es algo que quería preguntar, porque en ocasiones el trap se queda como muy en la fórmula repetitiva. Y ya desde el Kápsula cortaste un poco con el trap.
Sí, sí. Como te decía, Kápsula para mí fue un disco de tránsito. Siento que ahí como que estaba medio cagado, en el sentido de... ¿si dejo el trap y es lo que a la gente le gusta de mí? Por eso hay temas que son pop, otros más experimentales, pero sigue habiendo trap. En Positivo hay partecitas que tienen trap, pero el disco en general no es trap.

¿Te la jugaste?
Me la jugué. Yo siento que la gente lo va a entender igual. Lo va a cazar como algo mucho más musical/banda, que es también a lo que apuntamos para lo que se viene. Con la idea de que el proyecto siga mutando. No quedarme en el show frontline, que me gusta, me sale cómodo. Pero queremos apuntar más a lo teatral, dar un show cada vez más completo, y que la gente no se quede con lo mismo. Para este año el show va a cambiar 100%. Van a haber momentos, va a haber musicalidad, va a cambiar toda la estética visual. Porque hay una búsqueda más allá del trap.

Es también demostrarle a la gente que podés hacer muchas cosas. 
Creo que la versatilidad hoy en día es lo que distingue. Si hacés todo el tiempo lo mismo va a llegar un momento que se van a aburrir.

Y vos te aburrís.
Y yo me aburro, por ley. Eso había pasado el año pasado, pero no me animé. En este año sí.

En Vida Lujosa decís: “Tengo que creer lo que provoqué con estas canciones”. ¿Cuesta asimilar lo que te está pasando?
Como que muchas veces no lo creo. Ni cuando la gente te dice: "fuá, me cambiaste la vida". O se tatúa una canción o tu firma. Eso me hace pirar. Y me lo niego. Tuve que hacer terapia porque no entendía el cariño, por qué venía. 

¿Te abruma un poco?
Sí, pero tampoco para hacerme la estrella. A veces pienso que es un viaje que la gente de cierta edad me conozca. Eso mismo al socializar como que me asusta un montón. La gente te puede prejuzgar o te ve de una manera que no sos. Y una vez que te conocen cambia ese pensamiento. Capaz que porque tengo tantos oyentes mensuales en Spotify piensan que soy un peliculero y nada que ver. Estoy en el Reco todas las tardes tomando café. Y por eso creo que la gente también se siente identificada. Y por eso nos siguen, por la autenticidad de nuestros movimientos.

¿Y te ayudó la terapia?
Un montón. Me dio herramientas para intentar aceptar lo que estaba pasando.

¿Y reconocertelo?
Y reconocermelo, que eso es lo más complicado. Me pasó mucho de bajarme el precio todo el tiempo. Y no sé por qué. Mismo, Vida Lujosa para mí es de mis mejores canciones a nivel musical, lejos. Y a veces la escucho solo en casa y digo: “no es tan buena, ¿eh?”. Tengo que aprender a decir: “está bueno lo que estoy haciendo”. Pero es un proceso. Esa fue, más que nada, la razón por la que fui a terapia. Para reconocerme más a mí mismo y creermelo un poco más. Pero es loco, porque en el estudio cuando estoy grabando me la re creo. Mal. Y una vez que la canción está hecha y escuchada, me empiezo a bajar el precio y a tener inseguridades. 

¿Te cuesta decirte que sos artista o que sos músico?
Porque no sé tocar ningún instrumento. Sé componer y sé hacer melodía y cosas así, pero... no sé. La palabra “artista” siento que de a poco la estoy intentando añadir. Pero... no quiero faltarle el respeto a nadie. Es muy complicado. Pero yo me siento re artista. Y siento que lo estoy tratando de creerlo también.

Dijiste que este disco va a ser muy personal.
Sí, bastante.

¿Eso no te da miedo?
No. Porque siento que es lo que a la gente le va a gustar. Mismo siento que Vida Lujosa es una canción muy vulnerable. Y siento que las canciones más vulnerables fueron las que la gente más sintió, con las que más agarré fans. Ponele Orgániko, Un Abrazo y Se Me Pasa, Suave y Daily fueron las canciones con las que la gente más se aferró a mi música. Y también a mí me va a dar tranquilidad de que estoy haciendo una cosa que me gusta y me representa al 100%. 

Kapsuleo estuvo bueno, me re gustó, sirvió como producto. Me dio oyentes nuevos y me dio guita. Mucha visibilidad. Pero terminé el año desencontrado con mi música. Y preocupado también. No sé si me estaba representando tanto lo que estaba cantando. Sí eran todas cosas reales que me pasaban, pero no sé si la manera, el ritmo o la interpretación era lo que yo quería demostrar. Entonces, empecé el año ya con la búsqueda de interpretar algo que me represente 100%. Pensé mucho, para la maduración del proceso creativo y la música, sobre cómo llegar a otros lugares con la música. Y eso está de más. 

Hablando de llegar a otros lugares, ¿sale tema con Duki?
Sí, estamos laburando para eso. El tema se llama Dónde Estás Buscando lo que Estás Buscando, y abordamos una temática profunda, está buena. Me gustaría sentarme con él y ponerle más pienso a la letra. Me gustaría sacarlo también de su zona, proponerle algo más profundo. 

Está bueno, pero lo grabamos muy apurados. La empezamos a las 4:00 y a las 6:00 se fue. Es increíble, es muy loca la vida del loco. Había gente abajo del hotel toda la noche. Mirábamos y había 200 personas. Cuando vieron la historia que subí me mandaban mensajes a mí, pidiendo que le diga que baje. Es una cosa que nunca había experimentado. Y lo más loco es que es un crack. En ningún momento te hace sentir como que sos menos, al contrario. Es full par, full buena onda. Ya lo conocía, pero nunca habíamos tenido un mano a mano, en un cuarto charlando. Estuvo de más.

¿Así que esta canción se va a enmarcar un poco en esto de la autoayuda?
Sí, quiero llevarlo por ahí. Igual, lo que me llevé más que nada de ese junte y más allá de la canción, fue que no titubee. Yo lo sigo al Duko desde que tengo 15 años. Me llevo la oportunidad de juntarme con él, y haber tomado el mando de la canción. Le dije que tenía esta temática y que quería hablar de esto. Tenía un poco de miedo, pero me puse de par a par. Y me dio mucha confianza. Sé que me puedo poner en un estudio con cualquiera, y eso está zarpado. Ahí es donde los artistas te validan.

En este show no vas a presentar el disco aún, pero vas a estar anticipando algunas cosas, ¿como el nuevo formato de show?
Lo estamos armando. No queremos cortar el show trap que tenemos y pasar a una banda de golpe. Ponele, vamos a sumar pianos, un montón de guitarra, y algunos vientos capaz. Pero vamos de a bloques. Quiero que mi público vaya viendo ese proceso a llegar a la banda, que es lo que siento que nos va a llevar a tocar en otros lugares, en otros festivales. La banda te catapulta. La verdad que a mí me gusta mucho el 808, me gusta mucho el grave, lo que provoca el beat. Pero entiendo que la banda es necesaria para llegar a otros mercados y a otro tipo de gente.