Trueno: el poderío del barrio en un disco

Ismael Viñoly


En un contexto de crisis, escapismo y culos en el trap, Trueno saca BIEN O MAL, un disco doble de rap clásico, de contenido político y auténticamente argentino. Que retumba como un relámpago y le da vuelta la cara a una escena perdida entre lanzamientos de videoclips, simples y gente video reaccionando en Twitch.

El próximo 20 de agosto en la Sala del Museo, el rapero, cantante y freestyler argentino también conocido como Mateo Palacios arribará nuevamente a Montevideo a presentar su última y ambiciosa obra. Se suma así a los arrolladores shows de Wos e Ysy A, exponentes de la nueva camada del rap argentino con los que comparte algunas características. 

Post Cromañón las reglamentaciones y permisos imposibles hicieron que muchos bares, sótanos y antros fueran cerrados. El underground perdió lugares de referencia y las consecuencias variaron de género a género, pero el caso del rap es particularmente interesante. La cultura del freestyle surge en paralelo a esta situación y se consolida en plazas a principios del XXI. Lo que comenzó siendo parte de un under que se juntaba en plazas fue energizado por El Quinto Escalón, que captó público externo, y también por Red Bull, que internacionalizó al movimiento con sus Batallas de Gallos. Este momento coincide además con el estreno de 8 Mile (2002), película que basada en la vida de Eminem le mostró a una generación las batallas de freestyle. La historia de Palacios antes de ser Trueno tiene exactamente esos elementos: comenzó cuando vio la película y a los once años flasheó cuando vio sus primeras batallas en las plazas.

Al igual que Trueno, Duki y Wos comparten también una búsqueda por construir una obra mediante el lanzamiento de álbumes de calidad. En tiempos donde quedó relegado a un segundo plano, en estos artistas se ve cómo el disco aún sigue importando y guarda un estatus de trascendencia. Por ejemplo, Duki en esta entrevista confiesa que a pesar de ser uno de los artistas más populares, aún no editó un disco artísticamente importante. En esta línea, Trueno anunció su retiro de las batallas en el 2019 para centrarse principalmente en su carrera musical, y el 23 de julio de 2020 publicó un buen debut titulado Atrevido

“Levantate de esa esquina y muéstrales cómo lo hacemo’”, describe a la perfección la evolución del género urbano. De las batallas del freestyling que pasaron de ser una parte marginal dentro de la industria musical a ser uno de los motores que la mantiene viva, BIEN O MAL en este sentido es un signo de estos tiempos. 

HOOP HOOP inicia el disco con un discurso a cargo de su padre Peligro (figura pionera del género), y en la segunda parte Trueno arranca contundente. En un beat súper pesado se escuchan rimas como “Parezco del Bronx, pero soy del bajo de la LB”.  FUCK EL POLICE tiene mucho barrio, tiene arrabal y presenta otra constante en el disco: reivindicaciones políticas. “Nos dicen ‘cabeza negra’, todos saben quién somo' / No nos van a agarrar porque somos más que ello'”. El tema guarda sutilezas, como por ejemplo, que en el universo de Palacios es peor ser yuta que puta, lo que anula ciertas construcciones sociales en materia de género y puteadas.

En ARGENTINA junto a la gran Nathy Peluso reivindica lo argentino, lo que a veces se pone un poco pintoresquista como en TIERRA ZANTA, pero que por el contrario en FEEL ME, el ADN de lo argento aparece de forma más sutil, interlineado en sus arreglos de guitarra criolla. Por otra parte, BUENOS AIRES EN LLAMAS levanta de forma rara al disco, pues es un track casi sin bases, articulado en torno a guitarras que oscilan entre la melancolía y la tensión, y que remiten lejanamente a The Weeknd.

MANIFIESTO FREESTYLE es una una respuesta directamente política a la crisis socioeconómica actual y deja un poco un offside a la frivolidad del trap. Este es un disco que destina poco tiempo a estar fumado o a las hoes, y donde por el contrario se ve a un rapero muy enfocado. La canción tiene tiene algo de hip hop vieja escuela y un lead muy West Coast que rinde homenaje a épocas anteriores del género. 

Y si de referencias se trata, DANCE CRIP merece un párrafo aparte. Sobre este track se han escrito ríos de tinta, y hay consenso en que su acierto es ir al hip hop de los ochenta con su base de funk que remite a Rapper's Delight y su referencia noventera con Coolo de los Kuryakis. En este caso uno podría trazar un paralelismo con otro hit editado en el 2021: Cold Heart (PNAU Remix) de Elton John y Dua Lipa. Salvando las distancias de género, ambas canciones repiten procedimientos y presentan la rara virtud de proponer una conversación intergeneracional entre lo que verdaderamente importa: la buena música.

En materia de colaboraciones tiene buena parte del VIP de la escena: a los ya mencionados Nathy Peluso y Duki, se suman Randy y Bizarrap, que en JUNGLE unen fuerzas para construir un tema de reggaetón clásico. Una canción que seguramente sea uno de los puntos altos el próximo 28 en la Sala del Museo, y que será una buena excusa para ver en vivo a un artista con mucha fuerza tanto en concierto como en el estudio. 

Entre las canciones de BIEN O MAL habita la sensación de tratarse de un disco de rap menos “yoista” y que persigue “un nosotros”. Un colectivo. No estamos ante otro rapero presumiendo la ropa que compró en internet, sino por el contrario vemos a un artista comprometido con distintas reivindicaciones sociales. Por otra parte, es un disco de rap en donde la mujer no es cosificada, cuando aparece es como una persona y no una forma.

En lo musical es un disco sin grandes innovaciones, bastante vieja escuela, y sin embargo, ahí estriba su frescura. Pues, ¿qué es innovar en el siglo XXI? Trueno presenta una hipótesis y en su caso aparece bajo la paradójica forma de mantener vivo al pasado. Sobre todo, en tiempos donde el mundo exhala novedad por todos sus poros.