Justin Timberlake regresa a su mejor forma con Filthy

Cuando Justin Timberlake lanzó a principios de la semana una suerte de trailer de lo que será su próximo disco, se podía predecir que el sonido iba a estar más cercano al country y al americana, pivot que iba a ser bastante decepcionante para un tipo que supo ofrecer excelentes canciones pop con base de R&B. Y que además parecía una continuación de lo que ya hicieron Miley Cyrus y Kesha el año pasado. 

Por suerte, esa imagen estuvo -por lo pronto en principio- errada: su primer corte está lejos de las guitarras acústicas y se ancla en el baile que le sienta tan bien. Filthy comienza como una explosiva introducción de guitarras rockeras y se transforma en un electropop llevado por un sintetizador onduleante. Todo deriva en una coda más glitcheada y de R&B futurista. No se puede decir que al menos no es interesante.

Su video, dirigido por Mark Romanek, tiene a Timberlake interpretando una suerte de Steve Jobs en una conferencia donde revela a un robot bailarín, con coreografías provocativas incluidas.

Filthy da un volantazo del pop elegante (pero un poco aburrido) que creó en su anterior disco, The 20/20 Experience, también se aleja del hit de normas clásicas y apto para todo público Can't Stop The Feeling!. Pero más importante: adapta al 2018 su excelente era Future/Sex, algo que ya parecía que nunca iba a volver.

Este track tiene la potencia para generar un poco más de expectativa por su próximo disco, que saldrá el 2 de febrero, y su show en el entretiempo del Super Bowl dos días después.