Lu Lee
Kristel Latecki
Estaba en Barcelona, ahí para tocar en el Primavera Sound. Era tal vez uno de los momentos más destacados de su carrera, pero Eli Almic estaba deprimida. Puso negro sobre blanco y terminó realizando No era una pavada, una canción que tiene ese contexto espacio-temporal pero que comenzó a conformarse antes, cuando esas nubes que llueven sobre la rapera en el video empezaban recién a tronar.
«Escribir para salvarme. No descontrolarme / Desinflarme más bien comprenderme, amarme». Así arranca esa canción, y parece ser además el motivo que encuentra todo el disco. En Días Así, el segundo LP de Eli, seguidor del fundamental EP Reflejo (2018) y del éxito de Brujas (2018) y Ayuda (2019), la muestra abierta, intentando reconciliarse. Exhibiendo sus reveses, poniéndole palabras a sentires más oscuros, haciendo un camino trabajoso hacia su interior y contando lo que encontró. Haciéndolo en forma de versos, pero también en prosa, con el outro Sin Pretensiones donde termina de dar forma a sus reflexiones.
Trabajando con primera vez en dupla con el músico y miembro de su banda Migue Nieto, creó otro excelente disco que amplía su musicalidad, incluyendo trap y candombe, e invitando a más voces en esta cavilación: Julieta Rada, Ani (cantante de Los Dobers y miembro de Coralinas) e Irina Doom de Chile.
Lo que sigue es una larga charla con Eli Almic sobre Días Así y el trasfondo creativo y los lugares a los que llegó.
La letra de Sin pretensiones podría ser la nota entera, porque condensás ahí gran parte del disco. Está ahí el núcleo temático.
Es muy loco porque lo escribí realmente sin pretensiones, como si escribiera un diario. Ni estaba segura de ponerlo, me daba un poco de vergüenza. Hay cosas que saqué porque es medio verborrágico. Además no sé si es una canción, es medio spoken word.
Es re clásico que en los discos de rap haya una intro, pero capaz que estaba bueno que estuviese al final para no tener que estar salteando. Y me re sorprendió porque es de los temas que más me han comentado. Se ve que es esa cosa compartida, que necesitamos presionarnos menos. Y eso me contenta, porque capaz que estamos transitando algo así.
Me pareció algo atinado, especialmente en este disco.
Creo que necesité sincerarme pila en el disco y no proponerme a hacer “el mejor disco de noséqué”. Seguramente el mejor disco que haga algún día será alguno que no piense eso, porque sería una presión enorme. Sé que hay gente que concibe la creación desde ese lugar, y me imagino que sufren mucho porque no es gratis eso.
Entonces ta, a mí me gusta, pasó el tiempo, ahora estoy más abierta con los géneros, necesito estar bien conmigo, y me agarró en ese momento.
¿Ya habías empezado terapia cuando empezaste este disco?
Creo que no, ni ahí. Pero fue mi terapia.
Porque siento que baja pila de data que parece ya reflexionada y procesada. Y siento que es un disco en el que te abriste un montón y tocaste cosas nuevas.
Es que no las había vivido. Se dieron algunas situaciones que llevaron a encontrarme en ciertos lugares, situaciones vinculares familiares. Al mismo tiempo nada concreto, creo que fue un momento de la vida que me paré a pensar quién era, y si me gustaba eso que veía y cómo me sentía. Y está bueno revisarse, pero no está bueno estar con un látigo constantemente, porque te creás una realidad que ni siquiera es la realidad, y te centrás en solo lo que no te gusta de vos.
Yo tengo esa cosa muy exigente, muy cabeza y bueno, fue pararme a pensar. Sí, soy referente en el rap en Uruguay pero bueno, ¿cómo quiero seguir haciendo un camino? ¿De esta forma? ¿O no? Porque sí quiero ser exitosa y un montón de cosas que en realidad las tenía claras, pero fueron pasando. Y el ego también se pone medio insaciable, al punto de que te empiezan a pasar cosas buenísimas y no las reconocés, porque te centrás en lo que no te salió. Y ahí sí reconozco un lugar del ego que no está bueno, en otras cosas creo que lo tengo bastante controlado.
Un poco fue hacerme preguntas de cómo estaba yo con el arte, si me estaba copando lo que estaba haciendo. Y creo que la edad también te hace pensar cosas que antes no pensabas. No lo tengo muy claro, pero siento que tuve una mini crisis existencial, de esas que no pasan muy seguido. Hubo un montón de toques, festivales, estaban pasando cosas increíbles y de repente una semana no pasaba nada y no sabía cómo vivir eso, esa ansiedad. Iba a terapia y me decía: «disfrutá, lee un libro. No tenés que hacer nada. Aparte también creás desde tu ocio, de la data que te baja. Permítetelo».
También pila de cosas patriarcales, la culpa, los mandatos, la productividad, y un montón de dudas. Y me pareció que era necesario presionarme un poco para mostrar eso, como una responsabilidad también como mujer y como ser humana. Sí, soy una rapera con todo un lado fuerte, pero eso no es todo lo que soy. Responsabilidad en el sentido de que vos estás influenciando gente también, y gurisas que están arrancando. No es que quiera educar a nadie ni nada, pero a mí me alivia también ver una persona que deja ver esos lados de humanidad y también de inseguridad. Porque te sentís más acompañada, menos rara. Que no te pasa solo a vos. Entonces creo que deconstruí o intenté deconstruir a la rapera, siendo la rapera. Porque lo sigo siendo.
La verdad, no pensé que fuera a hacer un tema hablando de la depresión. No era una pavada aparte me agarró en Barcelona cuando estaba todo pasando increíble. Y hay veces que las cosas pasa cuando menos lo crees. Te sentís como el culo cuando supuestamente todo sale bien.