Kumbia Queers en Montevideo: baile, lucha y humor

Kristel Latecki


Después de cinco años sin venir, las Kumbia Queers estarán este jueves 9 en la fiesta La Noche de la Vagancia Furiosa en Plaza Mateo, junto a las Kumbiaracha y los DJs Robaina y Calientacama

Semanas antes, la banda estaba desperdigada. Encontramos a Juana Chang en el balneario Necochea, después de la Marcha del Orgullo y Lucha LGTTTBIQP+, feliz de ver una red que sigue creciendo. “Todo eso es parte de una construcción de mucha gente que empezó hace muchísimos años y de la que nosotras también nos sentimos parte”, cuenta la cantante. “Nos sentimos orgullosas, porque estas personas que ahora la mayoría tienen 30 años nos vienen a ver hace 15 años. Es muy hermoso y emocionante ver que año a año va creciendo, porque yo acá toqué con Rosario (Bléfari) en la segunda edición y éramos 40 personas. Y el otro día eran 1.500”.

Este último año para la banda significó volver a estar en las trincheras y en los escenarios. Estuvieron tanto en las movilizaciones por la absolución de Higui, como girando por Europa y tocando en el gran festival colombiano Rock al Parque. Y por supuesto, también compusieron canciones que sonarán este jueves, además de los tantos hits que vienen rompiendo las pistas y las calles desde hace 16 años.


¿Cómo estuvo volver al trillo festivalero y a la gira después del encierro?
Hermoso. La verdad que era lo que más ganas teníamos. Creo que nos vino bien también un poco de encierro para recuperar ese furor que nos caracterizó durante mucho tiempo. Así que re chochas. 

Estuvieron componiendo a través de Zoom. ¿Cómo fue el laburo a distancia?
En ese sentido no nos tomó tanto por sorpresa, porque nosotras durante muchos años fuimos banda a distancia cuando estaba Ali Gua Gua en el grupo. Después también eso mismo fue lo que lo terminó complicando. Es un ida y vuelta muy distinto pero estábamos ya acostumbradas a trabajar así. Nos agarró muy inesperado, también con mucho miedo y sin poder encontrarnos. Yo estaba en Río Negro, en la Patagonia, quedé ahí varada 9 meses. Fue muy triste también y difícil. Pero bueno, espero que no nos vuelva a pasar.

Contame de las canciones que fueron componiendo a distancia. Por ejemplo, ya quedó plasmado todo ese momento en el video de Delivery de Vino, el aislamiento y esa necesidad de tener el vinito al lado, ¿no?
Sí, el alcohol se transformó en algo fundamental para muchas personas en ese momento (Risas). Pero también como vía de escape. Llegaba una hora en la que si no te tomabas un vinito se complicaba. Ahí también surgió la del Ghosteo, que era como un fenómeno que también se vio muy masificado en ese momento, ¿no? Después hicimos una que se llama Toco Madera que en realidad es un reciclaje de un tema muy viejo que habíamos hecho hace mil años, y le cambiamos un poquito la cosa musical porque no nos cerraba. Hicimos uno con Nacho Vega, uno con Mula que es una banda de República Dominicana que nos encanta. Tenemos que seguir trabajando.

Hablando de esas nuevas dinámicas románticas como en Ghosteo, quiero ir un poquito para atrás y hablar del tema Celosa. Si lo escuchás ahora da un poco tóxico. ¿Qué onda eso?
El tema lo hice yo y es una cosa que está muy exagerada, llevada para ese lado. Imaginate que yo nunca contraté un detective para seguir a nadie (Risas). Los celos igual lamento decir que van a seguir existiendo más allá de que cambiemos nuestras vincularidades, tratemos de sanarlas y tratemos de relacionarnos distinto. Creo que es como una pasión humana, tiene algo como natural y algo seguramente construido. Yo no sé si hoy haría una letra que hablara de eso, y de hecho es un tema que mis compañeras ya no quieren que toquemos en vivo por esos motivos, y porque para mucha gente eso dejó de ser algo gracioso. Murieron por ese tema, ¿me entendés? Y me parece muy comprensible que no quieran tocarlo, pero está hecho con todo el amor y desde el humor. Creo que también tiene mucho que ver con el universo de la cumbia y quizá hasta con el mío propio, que tengo que meter el humor en todo. Entonces, yo al tema lo defiendo, pero también entiendo la postura y me parece que teniendo otros temas podemos tocar uno que represente mejor el momento que estamos viviendo todes.

Esa canción es de 2010, ya hace un montón. Refleja también cómo han cambiado las cosas, ¿no?
Sí, de hecho hablamos muchas horas sobre estos temas. No son temas menores para nosotras y llegamos a acuerdos. Y es eso, el repertorio y lo que te va saliendo también de adentro va cambiando. Si querés que te diga la verdad, Celosa es un ejercicio que hicimos con Rosario Bléfari. Hacíamos un taller de canciones y había que cambiarle la letra a un tema que te tocaba al azar, y a mí me tocó Jealous Guy de John Lennon. Así que Celosa es un ejercicio de ese tema, pero dicho por mí.

Llevado a tu mundo.
Y que después terminó siendo parte de las Kumbia Queers. Y fue un ejercicio que nunca más en la vida hice. Y está bueno (Risas), es una buena práctica. 

Voy a volver un poco más atrás. La primera vez que vinieron acá a Montevideo fue en 2008, estuvieron en el programa de Omar Gutiérrez que es mítico acá en Uruguay. Y el encuentro con el público fue complicado. ¿Qué recordás de eso?
Sí, (Risas). Fue muy complicado. Tan complicado que nos tuvieron que esconder en una confitería durante 4 horas porque nos estaban esperando unas fanáticas de Néstor en Bloque que no les había gustado para nada lo que habíamos hecho. Nos dijeron cosas ya hasta cómicas, no hace falta reproducirlas. Pero bueno, para nosotras fue increíble lo que sucedió, porque era nuestro primer playback de la vida y falló. En nuestro primer disco había una introducción que iba pasando tema a tema. Nos preguntaron qué temas van, les dijimos: "el 1 y el 4". Ponen el 1 y empieza, pero a los 30 segundos cambia al tema 2, y quedamos re pintadas (Risas). Estábamos haciendo playback, no pasaba nada si nos quedábamos ahí, pero Ali salió corriendo a decirle al musicalizador que ese tema no era. Fue increíble, y ahí nos empezaron a tirar caramelos, nos tiraron de todo. Pero la verdad fue una hermosura. Yo creo que Marcos Motosierra tiene ese registro. Nunca lo vimos y es nuestro sueño verlo. Nos llevó también Arthur Martin, otra una celebridad hermosa, un personaje rarísimo. Fuimos al Hotel California. No, ese viaje no nos lo vamos a olvidar nunca más. Una parte del anecdotario de las Kumbia Queens es este viaje fundacional.

Y la última fecha que tocaron acá fue 2018. Capaz que en ese momento eran la única banda de cumbia de mujeres y ahora van a compartir cartel con Kumbiaracha, que también están explotando.
Me hace mucha ilusión tocar con ellas. Suenan bárbaro, tienen todo como para explotar. Qué sé yo, en estos tiempos está buenísmo ver a las chicas arriba y en la técnica también. Ver cómo cambiaron todos esos lugares. Porque para nosotras compartir con bandas de chicas desde mucho antes de Kumbia Queers era muy difícil. Entonces, ver que hay técnicas, que hay stage, que hay stage manager, eso también cambia todo. Cambian los tratos, se genera como otro ambiente.

Encontré una nota re interesante de Pat (Pietrafesa, icónica bajista) que decía que después de décadas de la escena punk al tocar con las Kumbia Queers se dio cuenta del cambio de la energía en el público. De algo más enojado, por decirlo de una manera, a algo más alegre.
Como que antes era más un tono de descarga mucho más grande y más furioso, si se quiere, como a otro tempo incluso. Y ahora es más una descarga a tierra, y es algo que va fluyendo. También al estar las emisoras más tranquilas, permite que la energía vaya generando esa otra fluidez. Para nosotras fue importante ese primer show donde vimos que la gente bailaba re feliz, pero también pasa porque es un ritmo mucho más lento el de la cumbia. Ahora ya no estamos tan lentas, cambió mucho el repertorio y fue subiendo el beat, porque también te empieza a pasar que eso te vas poniendo furiosa otra vez (Risas).

Y más tocando en vivo.
Y sí, querés un poco más. Pero la cumbia tiene esa cadencia que hace que todo sea muy agradable. Y en ese primer show que había 40 personas, veíamos las caras sonrientes y a las personas disfrutando de lo que vos estás haciendo, y no empujándose. Está todo bien, pero sucede otra cosa cuando tu cuerpo va a ser empujado, que cuando te toca una teta de atrás en la espalda. Decís "buah, está todo bien" (Risas).

Y además capaz que el mensaje era similar al de antes.
Sí, total. No hubo mucho cambio. Pero también me parece que a veces buscamos –yo al menos–, que las cumbias sean algo positivo. Aunque sea triste, que tenga algo más esperanzador que "el mundo es una mierda". Bueno, el mundo es una mierda, pero vamos a bailar unas cumbias (Risas).

Como Puesta.
Y como el Feriado Nacional. Sí, algo te está pasando, pero bailemos, juntémonos, escabiemos y todo es mejor.

Ahora los géneros latinos, o mejor dicho caribeños, están instalados en el mainstream global. ¿Cómo lo ven eso ustedes? ¿Sienten que Kumbia Queers entra en ese abanico de géneros que están siendo tan populares y escuchados por todo el mundo?
Re mil. Y a la vez, ojalá. Pero no creo que vaya a suceder. Creo que hacemos algo actual, que tenemos un sonido buenísimo y que tenemos sobre todo un show en vivo espectacular. Pero no creo que formemos parte de esa cultura mainstream nosotras nunca, por más cada vez tengamos más presencia en los festivales, ya tengamos una trayectoria re linda, estemos tocando en escenarios principales a horarios buenísimos y a la gente le guste lo que hacemos. Pero yo no creo que seamos un grupo que vaya a sonar mucho en las radios nunca. Hemos crecido pero no creo que vaya a ser nunca algo de eso. 
Y también a la vez me encanta que la música latina se escuche en todos lados. A mí me gusta la música y me parece buenísimo. Prefiero que ganen guita otras personas del mundo, que siempre los yanquis. Porque mal que mal, igual son divisas. Todo eso hoy que está tan monetizado, es guita que de última prefiero que venga para acá.

Se vienen el jueves 9, van a estar tocando las canciones nuevas. Contame un poco qué se van a preparar para para acá.
Las nuevas y las viejas. O sea, tampoco vamos a venir a tocar un montón de temas que no conoce nadie. Va a haber un poco de todo, un picadito de temazos. Y estamos como en un momento re lindo, está poderoso el show. Y nos gusta tocar con una banda de pibas, también tocar en una fiesta. Ir en un momento medio pre Carnaval o en verano, que hay más jodita en la calle también. Me parece que está buenísimo volver a Montevideo siempre. Así que yendo.